¿Qué dijo? ¿Perdón? No escuché bien.
Si usted se encuentra diciendo estas cosas con frecuencia, puede ser 1 de 4 adultos en los Estados Unidos que sufren de pérdida de audición (o sordera) inducida por el ruido. Estas estadísticas por los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades [1] (CDC por sus siglas en inglés) pueden sorprender a aquellas personas que pensaban que este tipo de sordera solamente afectaba a los envejecientes y que es el resultado de escuchar durante toda una vida. Sin embargo, los CDC reportan que casi un 20 por ciento de las personas en la década de sus 20 tienen algún grado de pérdida de audición, y que el estar expuestos a los sonidos altos o ruidosos es probablemente la causa.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en un 16 por ciento de las personas con una pérdida debilitante de la audición, la exposición al ruido ocupacional o de trabajo es la causa”, afirmó Peter Volsky, M.D. [2], otorrino y neuro-otorrino (Cirujano de garganta, nariz y oído que se especializa en las enfermedades del oído) afiliado con Baptist Health. “No es sorprendente que las estadísticas sean probablemente más altas si se incluye el ruido fuera del lugar de trabajo, como lo han hecho los CDC”.
La pérdida de audición en los adultos jóvenes
El Dr. Volsky dice que la causa principal para la pérdida de audición inducida por el ruido es la exposición a los sonidos de más de 85 decibelios por un período de tiempo prolongado. En comparación, la conversación normal humana mide alrededor de 40 decibelios. Él ha visto pérdida de audición en los trabajadores que laboran rodeados de ruidos altos. “Si usted es jardinero, por ejemplo, trabajar con el ruido de una cortadora de césped o de un soplador de hojas diariamente puede dañar su audición”, dice él. Los botes y las motocicletas también pueden causar lo mismo.
Sin embargo, según demuestran los datos de los CDC, más de 1 de cada 2 adultos en los Estados Unidos con daños auditivos no están expuestos a los sonidos altos en sus lugares de trabajo, así que hay otros factores contribuyentes.
“Los eventos deportivos, los conciertos ruidosos, tocar música alta a través de audífonos y otros tipos de sonidos amplificados pueden causar daños inmediatos a nuestros oídos, los cuales experimentamos en forma de “pitidos” en los oídos”, dijo el Dr. Volsky. “Esos efectos usualmente desaparecen en uno o dos días, pero el daño permanente e irreversible sucede cuando existe una exposición repetida a través del tiempo”.
Lo que es más, un 24 por ciento de los adultos que reportaron tener una audición excelente, según los CDC, tenían daños auditivos mensurables. A través del tiempo, y sin medidas de precaución para combatir la exposición repetida, esa “audición excelente” se deteriorará hasta resultar en una deficiencia notable en la capacidad para escuchar sonidos en o alrededor de ese nivel de conversación normal de 40 decibelios.
Aún así, no hay recomendaciones para las pruebas auditivas rutinarias para los adultos que no tienen síntomas de pérdida de audición, según la U.S. Preventive Services Task Force [3].
Proteja su audición
Por eso, antes de llegar al punto donde usted experimenta síntomas de pérdida de audición debido a la exposición al ruido, el Dr. Volsky recomienda lo siguiente para proteger sus oídos:
- Use precaución en lugares ruidosos. Si usted tiene que alzar la voz para tener una conversación normal, usted probablemente debería estar usando protección.
- Use tapones de oído, orejeras protectoras o audífonos con cancelación de ruido cuando esté alrededor de los sonidos altos.
- Usted puede asegurarse que los tapones de oído tengan un buen sello, frotándose los dedos el uno con el otro para asegurarse de que no pueda escuchar el sonido que causa esa acción.
- Si usted está expuesto a los ruidos altos de forma rutinaria, invierta en tapones de oído moldeados a la medida, los cuales son más eficaces.
- Trate de no exceder la marca de la mitad en la barra del volumen cuando esté mirando televisión, escuchando música o cuando esté usando audífonos.
- Use aplicaciones tecnológicas que midan el nivel del ruido en decibelios y evite cualquier sonido sobre los 85 decibelios.
Cómo tratar la pérdida de audición
El Dr. Volsky dice que no existe ningún tratamiento médico comprobado para restaurar la audición después que la exposición al ruido ha dañado el oído. Los aparatos auditivos y otros dispositivos para escuchar ayudan a amplificar el sonido hasta llegar a un nivel que la persona pueda escuchar, pero el daño a la estructura del oído es irreparable.
Por ese motivo, escuche bien: Protéjase ahora mismo del exceso de exposición a los ruidos altos para asegurar que su riesgo para la pérdida de audición se mantenga al mínimo.