Las conclusiones de otro estudio médico se suman al creciente apoyo para el papel que desempeña la composición genética de una persona para determinar el riesgo para el cáncer y también su tratamiento. Específicamente, los estudios genéticos de pacientes con cáncer de seno sirven como un importante modelo de cómo la secuencia genómica puede influenciar la toma de decisiones en cuanto a su tratamiento, dice un nuevo estudio publicado esta semana en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
Jeffrey Boyd, Ph.D., director de investigación traslacional y medicina genómica en Miami Cancer Institute [1], dice que se siente sumamente entusiasmado acerca del poder de la genética para entender los tumores y para ayudar a la población de “pre-sobrevivientes” – un grupo de personas que el define como aquellas quienes tienen más probabilidades de sobrevivir el cáncer como resultado de las pruebas genéticas.
El Dr. Boyd, los asesores genéticos certificados y otros médico, utilizan el laboratorio de pruebas genéticas del Centro de Medicina Genómica de Miami Cancer Institute para analizar los datos crudos que pueden ser usados para desarrollar el plan de tratamiento de un paciente de cáncer, así como también para evaluar sus riesgos de desarrollar otros tipos de cáncer.
“Nosotros analizamos los genes y los comparamos con lo normal. Cuando existe una variación de lo normal, eso puede ser interpretado como una variación genética benigna o una variación asociada con un aumento en el riesgo para el cáncer durante la vida”, dijo Jessica Ordonez, asesora genética certificada en Miami Cancer Institute.
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