Casi 30 millones de estadounidenses regularmente toman medicamentos sin receta tales como ibuprofen, naproxen o drogas similares para el dolor, los cuales se consideran ‘antiinflamatorios no esteroideos” o NSAIDs por sus siglas en inglés.
Ahora, la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE.UU. (FDA) ha aumentado la actual advertencia de posible ataque cardiaco y de riesgos de derrames cerebrales para las personas que usen estos NSAIDs.
La FDA dijo que está intensificando sus etiquetas de “información de drogas” para indicar que los NSAIDs pueden aumentar el riesgo de un ataque cardiaco o derrame cerebral, lo que puede llevar a la muerte. Y esos serios efectos secundarios pueden ocurrir tan temprano como las primeras pocas semanas después de comenzar el uso de un NSAID, según la nueva advertencia. El riesgo puede aumentar mientras más tiempo las personas tomen los NSAIDs, dijo la FDA. (Aunque la aspirina también es un NSAID, esta advertencia no se aplica a la aspirina).
La advertencia cubre los medicamentos comunes NSAID tales como el ibuprofen, vendido bajo marcas como Advil o Motrin; el naproxen (Aleve), así como también los medicamentos recetados para la artritis, conocidos como inhibidores de COX-2, tales como el Celebrex. El Tylenol, conocido genéricamente como acetaminophen, no es un NSAID.
El lenguaje en las etiquetas de estas píldoras actualmente advierte que pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas relacionados con el corazón si se usan a largo plazo.
“En general, los pacientes con enfermedades cardiacas o factores de riesgo tendrán una mayor probabilidad de un ataque cardiaco o un derrame cerebral”, señala la agencia en el anuncio que ha puesto en su sitio web.
La FDA también advierte a los consumidores que tengan cuidado de no tomar más de un producto a la vez que contenga un NSAID.
Cualquier persona que esté preocupada acerca de los efectos secundarios de los NSAIDs sin receta, debe consultar con su médico, especialmente si están en riesgo para los ataques cardiacos o los derrames cerebrales.
La FDA añadió una advertencia a las etiquetas de los medicamentos recetados acerca de este mismo riesgo en el 2005. Sin embargo, los datos y la información más reciente han instado a la FDA a actualizar las etiquetas de los NSAIDs.
“Hoy en día sabemos que el riesgo de un ataque cardiaco o un derrame cerebral puede ocurrir temprano durante el tratamiento, inclusive durante las primeras semanas” afirmó la FDA.