Pete Cotto tenía una meta importante que lograr – entregar a su hija en la iglesia el día de su boda. Sin embargo, los temblores y la dificultad al caminar causada por el mal de Parkinson estaban interfiriendo con su empeño de llegar, además de con su trabajo como pastor y con su pasatiempo favorito de cantar.
“Yo no salgo mucho a no ser que sea para ir al médico”, dijo el Sr. Cotto. “Siento que me estoy perdiendo cosas importantes. Quiero tratar de vivir una vida lo más normal posible”.
Luego de vivir con el mal de Parkinson por más de 10 años, el Sr. Cotto buscó tratamiento con Justin Sporrer, M.D. [1], un neurocirujano con Baptist Health Neuroscience Center [2]. El Dr. Sporrer consideró al Sr. Cotto como un buen candidato para la estimulación cerebral profunda (DBS por sus siglas en inglés).
Durante una cirugía de DBS, un pequeño dispositivo, parecido a un marcapasos, se pone dentro del pecho. Un alambre delgado desde el dispositivo envía pulsaciones eléctricas al cerebro para bloquear las señales a los nervios que causan los síntomas del mal de Parkinson.
El Dr. Sporrer explica que un lado del cerebro se trata a la vez. “Comenzamos en el lado donde los síntomas son peores debido a que el paciente no puede tomar sus medicamentos para el mal de Parkinson el día de la cirugía. Si los dos lados son operados a la misma vez, resulta un procedimiento muy largo que los pacientes usualmente no toleran muy bien”.
“El mal de Parkinson es una enfermedad degenerativa común para la cual existen muchos tipos de tratamientos distintos, algunos son médicos y otros son quirúrgicos”, dijo el Dr. Sporrer. “El Sr. Cotto es un buen candidato para la estimulación cerebral profunda porque se beneficia bien de sus medicamentos, pero tiene que tomarlos varias veces al día. Esto hace más probable que tenga efectos secundarios por causa de tener demasiado medicamento o muy poco medicamento en su cuerpo”.
Los temblores, la rigidez, los movimientos más lentos y la inestabilidad postural eran los síntomas principales que afectaban la capacidad del Sr. Cotto para trabajar y para desempeñar las tareas de la vida diaria.
“La estimulación cerebral profunda ayudará a allanar las altas y bajas que le causan sus medicamentos durante el día, y esperamos que también pueda reducir la cantidad de medicamento que tiene que tomar”, dijo el Dr. Sporrer.
La recuperación de una cirugía de DBS es rápida. Este procedimiento de bajo riesgo requiere una pequeña incisión, y el paciente debe pasar una noche en el hospital. Él o ella debe tener seguimiento con su equipo de neurología el cual chequea las configuraciones del estimulador y se asegura que el paciente esté recibiendo la cantidad adecuada de estimulación.
Los generadores del estimulador, o sus baterías, deben ser cambiados cada cinco años. Los ajustes al estimulador antes requerían una máquina especial que solamente tenían los médicos.
“Sin embargo, ahora gracias a los avances en la tecnología, hoy en día hay cambios de configuración que los pacientes pueden hacer ellos mismos, basados en la hora del día o en sus horarios de medicamentos, para optimizar la eficacia del estimulador cerebral profundo”, dijo el Dr. Sporrer. “Lo que es aún mejor es que todo esto puede ser controlado a través de la tecnología Bluetooth, en vez de tener que poner una máquina externa arriba de su generador. Esto lo hace aún más conveniente y práctico”.
Al Sr. Cotto le fue muy bien con la cirugía de estimulación cerebral profunda, y ha vuelto a cantar y a trabajar como pastor, según el Dr. Sporrer.
“Dentro del ámbito de la neurocirugía puede haber algunas altas muy altas y algunas bajas muy bajas”, dijo el Dr. Sporrer. “La estimulación cerebral profunda es una operación muy gratificante para un neurocirujano ya que los resultados son tan inmediatos. Me dio mucho gusto poder ayudar al Sr. Cotto”.