La artritis antes se veía como una parte inevitable del proceso de envejecimiento. A medida que las articulaciones y las estructuras protectoras a su alrededor envejecen, la gente comienza a sentir dolor y buscan alivio por medio de la fisioterapia, los medicamentos o la cirugía. Sin embargo, un nuevo método para calcular la prevalencia de la artritis demuestra que más personas de lo que antes se estimaba tienen la condición.
Calculando la prevalencia de la artritis
Un estudio publicado el pasado mes [1] en la revista médica Arthritis & Rheumatology concluyó que la herramienta más utilizada para determinar la prevalencia de la artritis en los Estados Unidos – un cuestionario de una sola pregunta – subestimó gravemente la cifra de personas, especialmente los adultos menores de 65 años con artritis. La medida de una sola pregunta se enfocó únicamente en si una persona había sido diagnosticada con artritis por un médico. No incluyó como factor la presencia de dolor en las articulaciones, el cual se ha encontrado que es un buen indicador para la artritis, ni tampoco tomó en consideración la duración de ese dolor.
Cuando se hicieron preguntas acerca de estos indicadores adicionales, el estudio demostró que la prevalencia de la artritis salta desde 50 millones de adultos a 91 millones de adultos, más de un tercio de la población adulta total de los Estados Unidos en el 2015. Además, casi un tercio de esos adultos están entre las edades de 18 y 64 años, demostrando un aumento en la cifra de estadounidenses jóvenes con la enfermedad.
Factores del estilo de vida
“Definitivamente estamos viendo más personas con osteoartritis – el tipo de artritis que tiene que ver más con el desgaste – en nuestro consultorio”, afirmó Andrew Forster, M.D., [2] doctor de medicina interna con Baptist Health Primary Care [3] en Miami Beach. Él dice que dos tendencias competitivas de estilo de vida – la vida sedentaria y el aumento de actividad para lograr un mejor estado físico – están impactando este cambio hacia pacientes más jóvenes con artritis. “Ya no resulta extraño ver personas en sus 40 con la necesidad de hacerse un reemplazo de cadera o de rodilla debido al aumento de peso corporal o la obesidad, o por causa de una lesión traumática previa, como se ha visto entre los atletas jóvenes”, dijo él.
Como resultado de este cambio en las tendencias de estilo de vida, el Dr. Forster admite que él sospecha que la artritis es la causa de los dolores en las articulaciones, más a menudo de lo que pensaba hace 20 años. “En aquel entonces, cuando veíamos un paciente con inflamación en las articulaciones, típicamente sospechábamos que había algún tipo de infección”, dijo él. “Ahora la artritis ya no es algo fuera de lo común entre los grupos de personas más jóvenes”.
El impacto en la salud pública
Desde el punto de vista de salud pública, este aumento tan significativo en los pacientes con artritis, especialmente entre los pacientes más jóvenes, indica que un mayor número de pacientes están buscando atención médica para aliviar el dolor a corto plazo, y más cirugía para tratar el daño estructural en las articulaciones a largo plazo. Lo que es más, advierte el Dr. Forster, aquellas personas que necesitaban reemplazos de las articulaciones en sus 40 y sus 50 años, probablemente necesitarán repetir esos reemplazos en 10 a 15 años, agravando el impacto de esta condición en la salud pública.
Con esta nueva calculación y con la conciencia de que hay una prevalencia más alta de artritis, el Dr. Forster dice que como él, más médicos probablemente buscarán evidencia de artritis antes de lo que previamente lo hacían y promoverán medidas preventivas para reducir o para detener la progresión de la degeneración de las articulaciones.
Cómo prevenir la artritis
Sin embargo, él dice que prevenir la artritis puede ser algo complicado. “Por un lado queremos instar a las personas a que hagan ejercicios y a que mantengan un estado físico saludable, pero por otro lado, esa actividad puede causar lesiones que luego pueden conducir al desarrollo de la artritis, especialmente en las caderas y en las rodillas”, dijo él. Por eso, él recomienda hacer ejercicios diarios de bajo impacto tales como caminar, nadar y montar bicicleta además de mantener un peso saludable.
“La artritis es una condición progresiva, así que si usted puede contener el impacto en sus articulaciones más temprano, más probabilidades tiene de detener o de prevenir su desarrollo, dijo él. “A través de la conciencia y la prevención, podemos efectuar cambios en esos crecientes números de casos de artritis. Una onza de prevención vale una libra de cura”.