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Fracturas en los niños: ¿Podrá darse cuenta cuando hay una?

Los niños pueden sufrir fracturas óseas sin que sus padres se den cuenta.

Esta puede ser una situación alarmante, pero saber buscar las señales cuándo su hijo se queje después de una caída o lesión, y comprender la importancia de la dieta apropiada con suficiente calcio y vitamina D, pueden contribuir a una salud ósea adecuada en sus niños pequeños o mayores.

Las fracturas óseas de las extremidades son muy normales en niños que de otra forma son saludables.

Pero a veces puede ser difícil decidir si un niño pequeño o mayor tiene una fractura, particularmente si no oyó el hueso quebrarse y no hay deformidad notable en la extremidad.

“Los padres deben observar cuidadosamente a su niño después de cualquier caída o lesión, y ver que no hay inflamación”, dice Pooya Hosseinzadeh, M.D. [1], ortopeda pediátrico con Baptist Children’s Hospital, cuya especialidad incluye fracturas, atención a la columna y lesiones relacionadas con los deportes. “Si el niño está cojeando y se queja de dolor durante más de 48 horas, definitivamente debe hacerlo revisar”.

Lo que los padres deben observar

Un buen ejemplo es una lesión al codo, que es relativamente común. A veces un diagnóstico de fractura puede ser difícil de hacer porque una parte sustancial del codo está compuesta por cartílago, que no se ve en los rayos-X, explica el Dr. Hosseinzadeh.

“La notoriedad del desplazo depende de cuánto tejido suave hay”, dijo. “Alguna de las fracturas desplazadas que ocurren en la parte superior del brazo cerca del codo en niños muy pequeños pasan desapercibidas con relativa facilidad por el exceso de grasa del tejido suave”.

Otras lesiones comunes en niños son las fracturas de estrés en el pie o pierna, potencialmente por abuso. Los niños que juegan balompié u otros deportes son especialmente vulnerables.

“Las fracturas de estrés, que no son fracturas completas, se presentan como un dolor prolongado en el pie o pierna, pero no de una sola lesión o incidente”, indicó el Dr. Hosseinzadeh. “Si un niño se queja de dolor en la pierna o pie durante un tiempo prolongado, o al menos 48 horas, los padres deben hacerlo revisar”.

He aquí algunas señales de posibles fracturas de hueso en su hijo:

  • Inflamación y moratones;
  • Dolor persistente en una extremidad o lugar;
  • Sensibilidad cuando lo toca;
  • Incapacidad  — o falta de disposición — para mover una extremidad. (Sin embargo, un niño puede tener una fractura aunque pueda mover la extremidad).
  • Salud ósea en los niños

    Mientras que las fracturas óseas en los niños son frecuentemente inevitables, ha habido un aumento considerable de ellas — hasta de un 50 porciento de acuerdo con algunos estudios —durante las últimas cuatro décadas, señaló el Dr. Hosseinzadeh.

    Este marco de tiempo coincide con la epidemia de obesidad en los niños, dijo. El resultado es que muchos niños no obtienen suficiente vitamina D esencial para el crecimiento y textura apropiados de los huesos.

    ¿Qué está causando esta deficiencia? Por uno, es un gran factor la tendencia creciente a niños sedentarios, que prefieren jugar juegos de video que al aire libre.

    Conocida como “la vitamina de los rayos solares”, la vitamina D la produce el cuerpo en respuesta a la luz solar.

    También ocurre naturalmente en algunos alimentos— incluyendo algunos pescados, aceites de hígado de pescados y yemas de los huevos — y lácteos y productos integrales fortificados.

    La Vitamina D es esencial para huesos fuertes porque ayuda al cuerpo a usar calcio de la dieta.

    Lo que es más, la deficiencia de vitamina D está asociada con la obesidad.

    “Yo deseo que los padres sepan que si su hijo tiene una segunda fractura, o se parte un hueso en un incidente menor, se revisen sus niveles de Vitamina D. Una deficiencia en Vitamina D se puede tratar fácilmente”, dijo el Dr. Hosseinzadeh.

    El otro factor importante en el aumento de fracturas óseas es la tendencia que tienen los niños a jugar deportes a una edad más temprana, lo cual explica por qué hay más fracturas de estrés por abuso.

    “Definitivamente hemos visto un aumento en todos los tipos de fracturas en niños”, añadió el Dr. Hosseinzadeh. “Pero a veces veo que el tratamiento ha sido demorado hasta tres o cuatro días porque los padres no se dieron cuenta de que había una fractura”.