Las fracturas por compresión vertebral de la columna representan unos 750,000 casos al año en los Estados Unidos, según la American Association of Neurological Surgeons [1]. Sin embargo, los investigadores estiman que esta cifra debe ser mucho más alta, ya que un estimado de dos tercios de estas no se diagnostican, según reporta la revista Journal of Multidisciplinary Healthcare [2].
Las causas de las fracturas de la columna
Las causas más comunes de estas fracturas de la columna vertebral son la osteoporosis y el deterioro de la masa ósea que ocurre a medida que envejecemos, dice Justin Sporrer, M.D. [3], neurocirujano con el Baptist Health Neuroscience Center [4]. Sin embargo, las fracturas también pueden ser causadas por el trabajo pesado, por una caída o por los tumores.
“Las vértebras de nuestras columnas están apiladas una arriba de la otra”, dijo el Dr. Sporrer. “Al igual que cuando se aplasta una lata de soda, cuando estos huesos se colapsan los unos con los otros, los pacientes típicamente experimentan un encogimiento de la estatura como mínimo y deformidades severas y dolor extremo si no son tratadas”.
Tratamiento común con una órtesis
A menudo, los pacientes que han experimentado una caída o una lesión son vistos por un médico que buscará una fractura de la columna. El Dr. Sporrer dice que esos pacientes serán tratados con una órtesis por seis a ocho semanas, permitiendo que la columna se sane. Ese tratamiento funciona bien para muchos pacientes, dice él.
Cifoplastia y vertebroplastia
Pero para los pacientes que experimentan dolores debilitantes o que pierden la capacidad de pararse, caminar o funcionar sin un déficit visible, el Dr. Sporrer a menudo considera el aumento vertebral de invasión mínima – conocido como la vertebroplastia [5] o la cifoplastia [6] – para eliminar el dolor y devolver la estabilidad, la función y la calidad de vida.
“La cifoplastia es un procedimiento ambulatorio, donde guiamos un catéter, equipado con un balón, hacia la fractura usando rayos-X”, explicó el Dr. Sporrer. “Una vez dentro de la fractura, inflamos el balón con solución salina para aliviar la compresión de hueso rozando con hueso y a menudo restaurar la estatura del paciente”.
Luego el balón se remueve, dejando atrás una cavidad, que el Dr. Sporrer rellena con una sustancia parecida al cemento, conocida como polimetilmetacrilato (PMMA por sus siglas en ingles), que hace a un lado cualquier fragmento dentro de la vértebra y se endurece rápidamente.
En la vertebroplastia, no se usa el balón. “El cemento es inyectado directamente dentro del hueso, parecido a cuando se rellena una grieta en la fundación de su casa con cemento”, dijo el Dr. Sporrer.
El Dr. Sporrer realiza alrededor de 75 procedimientos de cifoplastia cada año y dice que toman menos de una hora para completar. Los pacientes tienen estabilidad inmediata y un alivio significativo o completo del dolor. El procedimiento también puede ayudar a prevenir la cifosis progresiva, la cual causa una deformidad común de la columna, conocida como una joroba.
Riesgos
El Dr. Sporrer dice que los médicos han estado realizando variaciones del aumento vertebral por 20 años. El riesgo más común – y peligroso – lo es el es escape del cemento hacia la médula espinal o los nervios. Para los neurocirujanos que conocen bien la anatomía de la columna, ese riesgo es reducido. Otras complicaciones, según los National Institutes of Health [5], incluyen sangramiento, infección y fracturas en otras partes del cuerpo causadas por la baja densidad ósea que está asociada con la osteoporosis.
El exceso de exposición a la radiación de los rayos X también ha sido citada, dice el Dr. Sporrer, pero ese riesgo también se puede reducir a través de la experiencia de un médico con el procedimiento.
Candidatos para el aumento vertebral
Según el Dr. Sporrer, la razón número 1 por la cual los médicos y los pacientes deben considerar un aumento vertebral es el dolor debilitante. Los médicos también recomiendan el procedimiento si la condición del paciente no parece mejorar con la inmovilización con una órtesis, o él o ella experimenta un rápido descenso en su estado de salud debido a la inmovilización.
“Lo más importante en estos casos es la calidad de vida”, dijo el Dr. Sporrer. “El dolor o el debilitamiento de cualquier tipo debe ser evaluado de inmediato para poder darle a los pacientes la mejor oportunidad de tener un tratamiento exitoso”.