Usted puede haber escuchado a sus colegas “tronándose” los nudillos en ocasiones, luego de largos períodos de teclear. O usted puede conocer a alguien que puede fácilmente virar la cabeza en alguna dirección y “sonarse” el cuello.
O, usted puede haber escuchado acerca de la mujer en el Reino Unido que recientemente se sonó el cuello mientras se estiraba y terminó parcialmente paralizada.
Generalmente, “sonárselas articulaciones” o “tronarse los nudillos” no son hábitos peligrosos – siempre y cuando usted no lo haga demasiado o que no produzca dolor o malestar. También está el aspecto social de esta ruidosa práctica, la cual puede molestarle a sus colegas quienes están tratando de concentrarse.
El sonido tronante que se escucha cuando se suenan las articulaciones viene de los tendones o de los músculos que se mueven sobre la articulación o del reventar de las burbujitas de nitrógeno que normalmente se encuentran en el espacio de las articulaciones, explica José Mena, M.D. [1], especialista intervencionista de la columna con Miami Orthopedics & Sports Medicine Institute [2].
Los músculos y los tendones apretados pueden alimentar esta práctica que es ampliamente aceptada, lo cual explica el por qué el sonido tronante ocurre cuando usted se levanta de la cama en las mañanas o cuando se levanta después de estar sentado por largos períodos de tiempo en una silla de oficina. Una persona no se puede tronar el mismo nudillo repetidamente ya que toma tiempo para que las burbujas de gas vuelvan a acumularse en la articulación.
Es muy raro que “sonarse el cuello” pueda causar daños a los nervios, ligamentos y huesos, como en el caso de la mujer del Reino Unido, que sufrió una ruptura en una arteria vertebral – una de las arterias mayores del cuello.
“El sonido básicamente son las burbujitas de nitrógeno que se desarrollan en la articulación reventándose”, dice el Dr. Mena. “Es parte del mecanismo de su cuerpo y una señal de que existe algún desgaste. Generalmente no es nada por qué preocuparse. Algunos pacientes se quejan de que están escuchando tronar sus cuellos o sus espaldas u otras articulaciones”.
Los estudios de investigación no han vinculado el sonarse las articulaciones con un riesgo más alto para desarrollar artritis más temprano que los adultos que no se suenan los nudillos u otras articulaciones. Sin embargo, los adultos que ya han sido diagnosticados con artritis pueden querer evitar sonarse las articulaciones para prevenir que estas articulaciones debilitadas pasen por más trauma o que desarrollen posibles lesiones.
Si el sonarse las articulaciones constantemente se ve acompañado por dolor o inflamación, esto puede ser señal de que algo no está bien y usted debe consultar con su médico.
“Si usted escucha un sonido tronante (después de una lesión) y siente dolor a la misma vez, entonces eso es otro caso”, dice el Dr. Mena.
A veces la lesión no es algo aparente, como en el caso de una hiperextensión cervical (o whiplash en inglés) durante un choque o un accidente de tránsito de carácter menor.
“Después de un accidente de tránsito menor, usted puede sufrir una hiperextensión cervical, y los pacientes comienzan a reportar dolor un día o 48 horas después del accidente”, dijo él.