El Stroke Center (Centro para Infartos Cerebrales) de Baptist Hospital of Miami, el cual ha sido certificado junto con un grupo selecto de centros a través del país, para tratar los casos más complejos de infartos cerebrales, probablemente verá un aumento de hasta un 30 por ciento en su volumen de pacientes en los meses venideros, como resultado de las nuevas directrices de la American Heart Association/American Stroke Association (AHA/ASA).
Esas nuevas directrices expanden el grupo de candidatos que pueden someterse a un procedimiento llamado “trombectomía mecánica”, durante el cual los médicos remueven coágulos de sangre usando un dispositivo insertado a través de un vaso sanguíneo.
Estos pacientes ahora pueden ser tratados hasta 24 horas después del comienzo de los síntomas de un infarto cerebral isquémico, el tipo más común de infartos cerebrales, el cual es causado por un coágulo de sangre que reduce o detiene el flujo de sangre a una parte del cerebro. La “ventana de tiempo” previa para este tipo de procedimiento antes era de 6 horas después del comienzo de los síntomas, dice Felipe De Los Rios, M.D. [1], director médico del Programa Para Infartos Cerebrales del Centro de Neurociencias de Baptist Health [2] en Baptist Hospital of Miami.
Dos nuevos estudios impulsaron un cambio mayor en las directrices de tratamiento de la AHA/ASA a finales del mes pasado. Aunque el tiempo aún es algo crucial en el tratamiento de pacientes con infartos cerebrales luego del comienzo de los síntomas – los cuales pueden incluir entumecimiento o debilidad en un lado del cuerpo, visión doble, confusión, falta de coordinación y dificultad al hablar – el nuevo protocolo puede permitir que más pacientes busquen intervención y así prevengan una discapacidad permanente, dijo el Dr. De Los Ríos.
“Lo que ambos de estos estudios estaban considerando era el alejarse del concepto de que sólo el tiempo importa”, dice el Dr. De Los Ríos. “Pero algunos pacientes pueden esperar un poco más sin tener un daño cerebral permanente debido a los coágulos en el cerebro. El tiempo no es absolutamente todo. Sin embargo, aún hay que tener en mente que mientras más tiempo pase, más lesiones pueden ocurrir”.
Los infartos cerebrales son la quinta causa principal de muerte en los Estados Unidos y una causa principal de discapacidad entre los adultos.
“Esperamos ver un volumen más alto de pacientes para este procedimiento en el Stroke Center, probablemente por más de un 30 por ciento”, añadió el Dr. De Los Ríos. “Tenemos que diseminar esta información a la comunidad de la atención de salud, incluyendo a los médicos, el personal de emergencia, los médicos de emergencia y los cuidadores en los hogares para envejecientes. Y por supuesto, las personas en alto riesgo para los infartos cerebrales no deben dudar en venir al hospital para recibir atención, aunque hayan tenido síntomas la noche anterior y ahora se están despertando. Aún pueden ser tratados”.
Las ventajas de ser un ‘Comprehensive Stroke Center’
Hace tres años, Baptist Hospital fue designado por la Comisión Conjunta, la cual acredita a las organizaciones de atención de salud de los EE.UU., como un “Comprehensive Stroke Center [3]”. El hospital pasó por una rigurosa evaluación de sus facilidades donde se demostró que tiene los requisitos necesarios, incluyendo la capacidad para imágenes de diagnóstico avanzadas y neurólogos, neurocirujanos y neurorradiólogos intervencionistas. Otro requisito es la disponibilidad de una unidad neurológica de cuidados intensivos con camas dedicadas para pacientes con infartos cerebrales, las 24 horas del día y los 7 días de la semana.
El Dr. De Los Ríos resalta que la prevención aún es algo vital para cualquier persona con factores de riesgo para un infarto cerebral incluyendo presión alta, colesterol alto, diabetes o pre-diabetes, inactividad física, obesidad, uso de tabaco y beber demasiado alcohol. Además, las nuevas directrices no se aplican al tratamiento con la droga conocida como el “activador del plasminógeno tisular” (tPA por sus siglas en inglés), una solución rompe-coágulos que se utiliza para tratar los infartos cerebrales isquémicos. Este es el tratamiento primario para los infartos cerebrales isquémicos y se administra por vía intravenosa para disolver el coágulo y mejorar el flujo de sangre a la parte del cerebro afectada.
“El medicamento tPA trabaja mejor en bloqueos más pequeños”, dice el Dr. De Los Ríos. “TPA está aprobado solamente para tratar infartos cerebrales dentro de las primeras 4.5 horas después del comienzo de los síntomas. Desde las 4.5 horas hasta alrededor de 24 horas, ahora podemos realizar trombectomías en los bloqueos más grandes”.
Los pacientes pueden calificar para una trombectomía mecánica si tienen un coágulo de sangre en una arteria grande. Este tipo de coágulo no responde al medicamento tPA por sí solo y puede causar serias complicaciones tales como inflamación en el cerebro, y una discapacidad considerable, inclusive la muerte. El removimiento mecánico de los coágulos fue recomendado inicialmente en el año 2015 y los “Comprehensive Stroke Centers” tales como el de Baptist Hospital tienen el personal y el equipo para realizar el procedimiento.
Mientras que los profesionales de atención de salud se familiarizan con las nuevas directrices, el mensaje más importante para el público sigue siendo el de reconocer las señales y los síntomas de un infarto cerebral [4] y el de entender que los infartos cerebrales se pueden prevenir, dijo el Dr. De Los Ríos.
Estas nuevas directrices son muy buenas noticias para la comunidad de la atención de la salud y para aquellos que califiquen para el procedimiento después de las 4.5 horas”, dijo el Dr. De Los Ríos. “Sin embargo, el énfasis aún debe estar en la prevención ya que no todo el mundo puede calificar para una trombectomía o para el tPA – y estas personas aún pueden sufrir una discapacidad”.
Él añade que “Esto no significa que la gente debe dejar de pensar en el control de la presión alta o en hacer suficiente ejercicio y ponerse más saludable. Esto sólo significa que ahora tenemos mejores herramientas y que podemos tratar a más pacientes. La prevención sigue siendo la clave”.