Los National Institutes of Health [1] estiman que tanto como el 15 por ciento de la población de los Estados Unidos experimenta síntomas del síndrome del intestino irritable o SII (también conocido como IBS por sus siglas en inglés). Sin embargo, el SII puede ser difícil de diagnosticar, ya que los síntomas son muy parecidos a los de otros trastornos gastrointestinales.
Los síntomas del síndrome del intestino irritable
Según Sol Harari, M.D., [2]doctor de medicina familiar con Baptist Health Primary Care Family Medicine Center [3] en West Kendall Baptist Hospital, los síntomas de SII incluyen:
- Diarrea
- Estreñimiento
- Gases e inflamación abdominal
- Cólicos y malestar abdominal
El Dr. Harari dice que el reto con el diagnóstico del SII es que las personas puede que no reconozcan la persistencia de estos síntomas, los cuales pueden ir y venir con el tiempo y pueden variar bastante entre las personas. Además, dice él, que la gente a menudo les da pena buscar atención médica y viven con los síntomas hasta que estos impactan su calidad de vida.
Cómo diagnosticar el SII
“Un diagnóstico de SII es un diagnóstico de exclusión”, dijo el Dr. Harari. “Debemos primero eliminar otras enfermedades antes de poder decir definitivamente que un paciente tiene el SII”.
Cuando los pacientes van a verlo con síntomas consistentes con los del SII, y los han experimentado por lo menos durante seis meses, el Dr. Harari los refiere a un gastroenterólogo para que se hagan una evaluación gastrointestinal (GI). Esto a menudo incluye una colonoscopia y una endoscopia o ambas pruebas. Durante estas pruebas, realizadas bajo sedación, un tubo largo y flexible equipado con una pequeña cámara, le permite al gastroenterólogo ver el interior del tracto gastrointestinal para detectar cualquier anormalidad. Con el SII, el colon y el esófago del paciente tienen una apariencia normal.
Los tipos de SII
Dependiendo de si el paciente experimenta diarrea o estreñimiento como el síntoma dominante, él o ella será diagnosticado con SII-D (con diarrea) o SII-E (con estreñimiento). En un tercer tipo de IBS, el IBS-M, los pacientes experimentan hábitos intestinales mixtos de diarrea y estreñimiento, según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases. [4]
El SII vs. la enfermedad intestinal inflamatoria
El Dr. Harari advierte que no se debe confundir el IBS con la más siniestra enfermedad intestinal inflamatoria (conocida como IBD por sus siglas en inglés). Los dos tipos de IBD más comunes son la enfermedad de Crohn [5] y la colitis ulcerativa, [6] ambas las cuales causan inflamación de los intestinos y daños a largo plazo si se dejan sin tratar, según los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
El SII por otra parte, no causa daño aparente al tracto gastrointestinal. Sin embargo, dicho padecimiento crónico debe ser manejado para mejorar la calidad de vida, según el Dr. Harari.
Cómo tratar el SII
Una vez diagnosticado el SII, el Dr. Harari dice que es importante determinar lo que causa los síntomas. Él recomienda mantener un diario para ayudar a determinar los patrones para los factores desencadenantes. Él dice que algunos desencadenantes comunes incluyen ciertos alimentos y ciertas situaciones que pueden causar ansiedad o estrés.
Dieta
Evitar los desencadenantes alimenticios conocidos, dice el Dr. Harari, ayudará a mantener los síntomas controlados. Algunos pacientes, especialmente los niños, han reportado un manejo exitoso de su IBS consumiendo alimentos probióticos según reporta KidsHealth [7]. Los probióticos contienen ciertas bacterias vivas que supuestamente ayudan a digerir ciertos elementos en la comida que pueden desencadenar los síntomas del SII. Hay estudios en transcurso para determinar si existe evidencia suficiente para sugerir que la terapia con probióticos se utilice como opción de tratamiento.
Similarmente, algunos pacientes han reportado sentir alivio luego de seguir una dieta baja en carbohidratos la cual elimina cinco tipos de azúcar – la lactosa, la fructuosa, los fructanos, los galactantes y los polioles. Cuando estos no se absorben bien, las bacterias en los intestinos se alimentan de ellos y esto puede causar aflicción intestinal según la American Gastroenterological Association [8].
Medicamentos
El minimizar ciertos desencadenantes alimenticios ayuda a controlar el SII, sin embargo, se ha comprobado que los medicamentos también son eficaces, según el Dr. Harari. A menudo, el primer tratamiento, luego de eliminar los desencadenantes, viene en la forma de medicamentos sin receta que tratan la diarrea y el estreñimiento y se toman como sea necesario.
Los medicamentos contra la diarrea, los cuales reducen el movimiento del desperdicio y la secreción de líquidos en los intestinos, ayudan a las personas con SII-D. Estos medicamentos incluyen loperamida, eluxadolina, rifaximina y alosetron, según la American Gastroenterological Association.
Los medicamentos recetados para tratar los síntomas del estreñimiento crónico para aquellos con SII-E, según el Dr. Harari, como la luprostona (de la marca Amitiza), se toman diariamente para prevenir el estreñimiento.
El Dr. Harari dice también que los medicamentos contra la ansiedad y los antidepresivos ayudan a controlar los desencadenantes psicológicos del SII. Las personas con ansiedad muchas veces demuestran síntomas de SII, dice él, y la conexión entre ambos está siendo estudiada [9]para determinar si la ansiedad resulta del SII o contribuye a este.
El tratamiento mejora la calidad de vida
Con un estimado de 45 millones de estadounidenses sufriendo de síntomas de SII, los gastroenterólogos dicen que es la razón principal por la cual los pacientes acuden a ellos. Mientras que los síntomas son embarazosos y pueden impactar grandemente la calidad de vida para las personas que sufren del SII, el Dr. Harari ofrece este consejo: “La gente no tiene que sufrir del SII. Hable con su médico acerca de sus síntomas. Si se determina que usted tiene el SII, los tratamientos disponibles pueden mejorar significativamente su calidad de vida”.