¿Puede la asesoría por un profesional médico ser más eficaz que los medicamentos para tratar el Síndrome del Intestino Irritable (IBS por sus siglas en inglés)? Posiblemente, según ha concluido un nuevo estudio que se enfoca más en los cambios al estilo de vida, incluyendo los hábitos de nutrición.
La asesoría, como ha sido repasada por el estudio británico [1], fue realizada por teléfono o a través de un sitio web interactivo. Los hallazgos son considerados notables ya que el estudio de investigación estuvo basado en un “ensayo aleatorio controlado”, lo cual se considera el estándar más alto de la investigación.
Tanto la asesoría realizada por teléfono como la asesoría realizada por internet para el IBS “demostraron mejorías significativas desde los puntos de vista clínicos y estadísticos en los síntomas del IBS y en el impacto en la vida y en el estado de ánimo, los cuales se mantuvieron por 12 meses”, concluyeron los investigadores.
Los National Institutes of Health estiman que entre un 15 y un 20 por ciento de la población de los Estados Unidos experimenta síntomas de IBS. Sin embargo, el IBS puede ser un reto para diagnosticar, ya que los síntomas: diarrea, estreñimiento, distención abdominal y gases; e incomodidad o cólicos abdominales.
“El Síndrome del Intestino Irritable (IBS) es una condición bastante común”, dice Eduardo Ruan, M.D. [2], gastroenterólogo con Baptist Health Primary Care [3]. “Es una de las causas principales del absentismo al trabajo, y por eso tiene un costo y un impacto significativo en nuestra sociedad. Pero la gente debe saber que existe ayuda y que hay varios tipos de intervenciones que se pueden realizar – cambios al estilo de vida, cambios dietéticos y también algunos medicamentos pueden ayudar”.
IBS vs. IBD
Si estos síntomas son crónicos, usted debe ver a su médico de atención primaria. Su médico podría referirle a un gastroenterólogo. Un diagnostico profundo es importante para evitar el confundir la Enfermedad del Intestino Inflamatorio (IBD por sus siglas en inglés) con el IBS. La IBD es potencialmente algo más serio. Los dos tipos más comunes de IBD son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, ambas las cuales causan inflamación en los intestinos y daños a largo plazo si no son tratadas, según los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés).
Los médicos de atención primaria pueden referir a los pacientes de IBS a un dietista para ayudar a reducir los síntomas a través de los cambios dietéticos. El manejo del peso a través de la nutrición y del ejercicio regular también pueden ayudar a aliviar los síntomas del IBS.
“La nutrición desempeña un papel clave en el manejo del IBS y de otras condiciones del conducto digestivo”, dijo Lucette Talamas, dietista registrada con Baptist Health South Florida. “Ahora también se le está poniendo mucha atención a la nutrición y a la salud en general. Entonces al colaborar con un dietista para manejar una condición gastrointestinal, esperamos que el paciente pueda obtener algún alivio de sus síntomas”.
¿Qué causa el IBS?
Los médicos no están seguros de qué causa el IBS, pero la mayoría de los expertos creen que es una combinación de factores que pueden tener efectos variados en distintas personas.
Los expertos creen que estos problemas pueden desempeñar un papel en la causa del IBS, según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases. Estos problemas incluyen:
- Eventos difíciles o estresantes en la niñez, tales como el abuso físico o sexual;
- Ciertos trastornos mentales como depresión, ansiedad y trastorno somatomorfo [4];
- Infecciones bacterianas en el conducto digestivo;
- Crecimiento de bacterias en el intestino delgado, un aumento en el número o un cambio en el tipo de bacterias en su intestino delgado;
- Intolerancia o sensibilidad a los alimentos, en la cual ciertos alimentos causan síntomas digestivos