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El estrés: ¡Qué dolor…qué pena!

¡Vamos! Usted conoce la rutina del dolor: Cuando siente molestias, piensa en su dolor y pensar en el dolor hace que le duela y que obsesione aún más con ello. Y así sucesivamente…

El vaivén entre el dolor físico y el estrés se hace girar por medio de varios tipos de enfermedades y lesiones, incluyendo la artritis, la tensión muscular, migrañas, dolor de espalda, el cáncer y fibromialgia, según el Anxiety and Depression Association of America  (Asociación Americana para la Ansiedad y Depresión).

“Cada tipo de dolor puede tener un componente de estrés. Y el dolor crónico puede conducir a estrés emocional”, dice el Dr. Moisés Lustgarten, M.D., [1] director médico del  Programa para el Control de Dolor [2] en Baptist Health Neuroscience Center (Centro de Neurociencias Baptist Health).  “Tratamos todo tipo de dolor”.

Los dolores de cuello y de espalda son las razones más comunes para una visita al consultorio de un médico o especialista, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud. Y cada año, millones de personas en los EE.UU. sufren de dolor crónico que es grave y difícil de controlar, según datos federales.

 

Aquí hay más datos sobre el dolor y el estrés.

¿Qué provoca el estrés adicional?

“Existe una relación entre el estrés y el dolor por toda la situación que está pasando”, dice el Dr. Lustgarten. La falta de conocimiento acerca de las opciones de condición física y de tratamiento puede agregar a su dolor, los temores acerca de la adicción a los analgésicos o la imposibilidad de localizar a los medicamentos adecuados también pueden interrumpir su tranquilidad.

El dolor físico puede crear tensión financiera si usted es incapaz de trabajar y tener problemas para pagar las cuentas, dice. Su enfermedad o condición también puede afectar a las relaciones familiares y las rutinas.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la combinación de estrés y dolor?

Los tratamientos varían:

* Control intervencionista del dolor: Medicamentos (esteroides) pueden ser inyectados en las zonas afectadas (articulaciones, la columna vertebral o los nervios de tejido) para bloquear los nervios que envían señales de dolor al cerebro. Silenciando su respuesta al dolor, la medicación permite a su cuerpo resetearsu percepción del dolor y romper el ciclo de la escalada entre el dolor y el estrés, dice el Dr. Lustgarten.

* Medicina: Para controlar el dolor y el estrés, el médico podría prescribir diferentes medicamentos, incluyendo píldoras anti-inflamatorias, analgésicos (opiáceos), relajantes musculares y antidepresivos.

* Terapia física: La manipulación, el ejercicio y el masaje puedenbajarle el estrés y el dolor. Otros tratamientos complementarios incluyen yoga, técnicas de relajación, la terapia cognitivo-conductual y la acupuntura, según los Institutos Nacionales de Salud.

* Cambios en el estilo de vida: Una mejor dieta, el ejercicio regular y la mejores hábitos de sueño también pueden proporcionar alivio del estrés y el dolor, de acuerdo con expertos médicos.

* Cirugía: Cuando otros tratamientos no logran proporcionar alivio, su equipo médico puede recomendar una cirugía o un implante de un dispositivo médico programado para entregar un constante goteo de morfina u otros medicamentos para el dolor.

¿Por qué se utilizan los antidepresivos para tratar el dolor físico?

Fibromialgia – una condición ligada a dolores corporales generalizados y fatiga extrema – con frecuencia se trata con antidepresivos para aumentar los neurotransmisores como la serotonina. (Los neurotransmisores afectan su estado de ánimo, su capacidad para recuperarse de las dificultades y de su respuesta al dolor.) Los bajos niveles de serotonina están relacionados con la depresión, la ansiedad y la alta sensibilidad al dolor.

¿Cuándo se debe consultar a un especialista en dolor?

Los dolores de espalda y cuello están entre las fuentes más comunes de dolor, y usted debe llamar a su médico en caso de un dolor sordo o dolor que dura más de dos semanas, dice el Dr. Lustgarten. Busque atención médica de inmediato si es un dolor sordo y se acompaña de debilidad severa en los brazos o las piernas, fiebre, escalofríos o la imposibilidad de deponer (ir al baño). Esos son signos de que usted puede tener un nervio comprimido, una infección o alguna otra condición que exige atención inmediata.

“Su médico de cabecera le puede referir a un especialista en dolor si el dolor persiste durante tres a seis meses a pesar de tratamiento médico”, dice el Dr. Lustgarten.”Un especialista en dolor puede resolver el rompecabezas del dolor y reducir el estrés.”