¿Ha experimentado usted dolor en la parte baja de la columna vertebral? No está solo. Alrededor de un 80 por ciento de todos los adultos estadounidenses tendrán dolor en la espalda baja en algún momento de su vida.
Es una queja común que también es responsable por muchas discapacidades de trabajo así como también días de trabajo perdidos. Aunque la mayoría de los casos de dolor en la espalda baja se mejoran por si solos, es importante ver a su médico si la condición perdura más de cuatro semanas.
El dolor en la espalda baja puede ser resultado de una lesión en un músculo o un ligamento. Tanto los hombres como las mujeres se pueden ver igualmente afectados y el dolor se puede extender desde un malestar leve pero constante, hasta un dolor muy fuerte que puede dejar a la persona incapacitada. El dolor de espalda agudo está definido como uno que dura hasta cuatro semanas, el dolor de espalda “subagudo” fluctúa entre cuatro y doce semanas. Cuando el dolor de espalda dura más de 12 semanas, se considera dolor de espalda crónico.
Causas comunes
Las causas más comunes para el dolor en la espalda baja incluyen los accidentes de tránsito, las caídas, levantar un peso inadecuadamente, la mala postura, las lesiones deportivas, la falta de ejercicio, el embarazo, una fractura, la artritis, la edad y hasta el estrés.
Según el American National Institute of Neurological Disorders and Stroke [1]) (NIH), alrededor de un 90 por ciento de todos los casos de dolor de espalda no necesitan un procedimiento quirúrgico. Sin embargo, la recurrencia del dolor es tan alta como un 50 por ciento en todos los pacientes dentro del primer año que le sigue a una lesión o a un episodio de dolor.Aunque la mayoría de los dolores en la espalda baja son agudos, alrededor de un 20 por ciento de las personas afectadas desarrollarán dolor crónico, según los NIH. Es por eso que es tan importante buscar atención médica “si su dolor de espalda ha durado más de cuatro semanas o si usted tiene otros síntomas tales como debilidad en las piernas o cualquier tipo de entumecimiento u hormigueo que le baja por las piernas”, dice Juliet Vento, M.D., [2] doctora de medicina interna con Baptist Health Primary Care.
Opciones de tratamiento
Los tratamiento más convencionales sin cirugía incluyen el uso de calor o de frío, los ejercicios de fortaleza, la terapia física, los antiinflamatorios tales como el ibuprofeno y el naproxen, y tratamientos con esteroides de baja dosis.
Las inyecciones de esteroides epidurales han sido una opción común para el tratamiento de los dolores en la espalda desde el 1952. Sin embargo, un nuevo estudio publicado el mes pasado por el American College of Physicians [3] (ACP), encontró que estas inyecciones no son eficientes para combatir el dolor de espalda crónico. Los investigadores evaluaron a 135 pacientes con enfermedad degenerativa del disco y encontraron que las inyecciones solamente habían proporcionado un alivio a corto plazo para los pacientes que sufrían de la condición por más de 12 semanas.
Durante los primeros meses de este año, el ACP también publicó nuevas directrices para tratamientos no invasivos para el dolor de la espalda baja, las cuales recomiendan que los médicos utilicen tratamientos sin drogas tales como aplicaciones de calor, masajes, yoga o terapia física supervisada, antes de experimentar con terapias de drogas para el dolor de espalda agudo, subagudo y crónico. El ACP no aconseja el uso de los medicamentos opioides recetados para el dolor, debido al riesgo de adicción o de sobredosis.
Cómo mantener su espalda saludable (NIH)
- Haga ejercicios de estiramiento antes de cualquier actividad física.
- Mantenga su peso equilibrado sobre sus pies.
- Asegúrese que su superficie de trabajo esté a una altura cómoda para usted.
- Practique la buena postura al sentarse.
- Use zapatos cómodos.
- Duerma en una superficie firme.
- No levante objetos demasiado pesados. Levante con las rodillas y mantenga los objetos cerca de su cuerpo.
- Evite el aumento de peso y consuma una dieta rica en calcio, fósforo y vitamina D.
- Deje de fumar.