Las cifras son impresionantes: Más de 100 millones de adultos en los Estados Unidos están viviendo con diabetes o con prediabetes, según los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés). De los 30.3 millones de adultos con diabetes, 23.1 millones fueron diagnosticados y 7.2 millones no han sido aún diagnosticados, dice la American Diabetes Association en su informe más reciente.
La estadística de más aprensión, tiene que ver con la prediabetes, lo que significa que el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre de una persona es más alto de lo normal, pero no lo suficientemente alto aún para recibir un diagnóstico de diabetes tipo 2. Si no se trata, la prediabetes puede progresar hasta convertirse en diabetes tipo 2. Alrededor de 1 de cada 3 adultos en los Estados Unidos tiene prediabetes.
El cuarto martes de cada mes de marzo está designado como el Día de Alerta de la Diabetes – el 26 de marzo de este año – por la American Diabetes Association (ADA). La ADA insta a todos a que tomen menos de cinco minutos para contestar siete preguntas [1]. El final, usted será dado un número del 1 al 10 para determinar su nivel de riesgo, el 10 es el más alto.
“La meta del Día de Alerta de la Diabetes es la de identificar a los pacientes que están en riesgo o los que ya tienen diabetes y no lo saben”, afirmó Pascual De Santis, M.D. [2], un endocrinólogo con Baptist Health Primary Care [3]. ““Existe un simple cuestionario que se puede encontrar en la página web de la American Diabetes Association. Esperamos que eso sea suficiente como para motivar a las personas a que vean a sus médicos de atención primaria y que se hagan la prueba de la diabetes”.
Muchos más estadounidenses en años recientes se han concientizado acerca de los peligros del alto nivel de azúcar en la sangre. Sin embargo, una epidemia de obesidad de varias décadas está ayudando a alimentar la prevalencia de la diabetes o la prediabetes. Desde el 1980 hasta el 2014, la cifra de estadounidenses diagnosticados con diabetes tipo se cuadriplicó de 5.5 millones a 22.0 millones según los CDC.
La insulina permite que la azúcar de la sangre (la glucosa) entre en las células, donde puede ser utilizada como energía. Cuando el cuerpo no tiene suficiente insulina, o no puede utilizarla con eficacia, el nivel de azúcar en la sangre aumenta.
La diabetes es una enfermedad seria que a menudo puede ser manejada a través de la actividad física regular, la nutrición adecuada, el manejo del peso y el uso adecuado de insulina y de otros medicamentos para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Las personas diagnosticadas con diabetes están en mayor riesgo para serias complicaciones de salud incluyendo muerte prematura, pérdida de la visión, enfermedad cardiaca, infarto cerebral, insuficiencia renal y amputación de los dedos del pie, los pies o las piernas.
Un nuevo estudio publicado este mes en la revista Mayo Clinic Proceedings [4] se enfoca en los beneficios del ejercicio, especialmente el entrenamiento de resistencia, para prevenir la diabetes tipo 2. El estudio involucró a más de 4,500 adultos entre las edades de 20 a 100 años, con alto riesgo para desarrollar la diabetes tipo 2. Fue demostrado que el entrenamiento moderado con pesas y un aumento en la masa muscular en general reducen el riesgo de una persona para desarrollar la diabetes tipo 2 por un 32 por ciento.
Las modificaciones al estilo de vida, incorporar la actividad física y la nutrición adecuada pueden prevenir la diabetes y también ayudar a aquellos que ya han sido diagnosticados con la enfermedad a reducir los medicamentos y a prevenir serias complicaciones, dice el Dr. De Santis.
“Si usted es prediabético, hay una buena probabilidad de que usted pueda demorar el comienzo de la diabetes o prevenirla del todo” dijo el Dr. De Santis. “Si usted ya es diabético y comienza una intervención, se pueden evitar o prevenir significativamente las complicaciones a largo plazo”.