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El control de la diabetes: La historia exitosa de una joven

Kay Nurse estaba en la década de sus 30 cuando recibió el impactante diagnóstico de diabetes tipo 2 por parte de su médico de atención primaria. Aunque ella había estado sintiendo algo de sed y cansancio, ella recuerda haber pensado, “Esta es una ‘enfermedad de viejitos’. No me puede estar sucediendo a mí”.

A través de la dieta, el ejercicio y los medicamentos, Nurse dice que tuvo “algo de éxito” en el manejo de su diabetes. Sin embargo, los cambios que tuvo que hacer fueron difíciles. Luego de varios años de limitar su consumo de azúcar y de hacerse pruebas de A1C cada tres meses (la prueba de sangre primaria que se utiliza para diagnosticar y manejar la diabetes), Nurse encontró que no estaba cumpliendo con las opciones de estilo de vida que inicialmente la ayudaron a controlar su enfermedad.

Comenzó a sentirse deprimida y desalentada. Y luego se enteró durante una cita con su médico de atención primaria que su nivel de A1C había alcanzado su nivel más alto de 11 por ciento. Un nivel normal de A1C para alguien que es diabético es de 5.7 o más bajo. Un nivel de A1C de más de 8 indica que la diabetes ha estado descontrolada por bastante tiempo.

“Mi nivel de glucosa estaba tan alto que mi médico de atención primaria por poco me manda directamente al hospital”, afirmó Nurse.

Ella entonces comprendió que tenía que hacer algo distinto y su médico de atención primaria la refirió a Pascual De Santis, M.D., [1] un endocrinólogo con Baptist Health Primary Care [2].

Cuándo se debe acudir a un endocrinólogo para la diabetes

Una de las primeras cosas que discutió el Dr. De Santis con Nurse fue la probabilidad de comenzar a ponerse inyecciones de insulina para ayudar a controlar su diabetes. Cuando ella le dijo que le tenía terror a las agujas, Nurse se alivió al escuchar al Dr. De Santis decir que se podían considerar otras opciones.

Enfatizando la necesidad de combatir su condición agresivamente, el Dr. De Santis le explicó cómo podían ayudarle los distintos medicamentos, una dieta en específico y el ejercicio regular. Él añadió el medicamento Janumet al plan de atención de Nurse. Este medicamento que se toma por vía oral se utiliza junto con la dieta para controlar los altos niveles de glucosa causados por la diabetes tipo 2.

“Si alguien tiene un nivel de A1C de 9.7, los medicamentos por si solos no son suficientes”, afirmó el Dr. De Santis. “Hay que hacer cambios al estilo de vida tales como una dieta baja en carbohidratos y ejercicio regular”.

La educación de diabetes de atención primaria

Aprender acerca de la diabetes más allá de lo básico, también era algo importante para ayudar a Nurse poder superar el punto tan peligroso al cual había llegado con su diabetes tipo 2. Una vez bajo el cuidado del Dr. De Santis, Nurse también comenzó a ver a Cathy Clark-Reyes, una dietista registrada y educadora de diabetes certificada con Baptist Health Primary Care. Porque el Dr. De Santis y Clark-Reyes están ubicados en el mismo consultorio de atención primaria, Nurse pudo programar citas combinadas, primero con el endocrinólogo, y luego seguido por una cita con la dietista.

“Cathy veía los resultados de mis pruebas y sabía dónde nos encontrábamos [clínicamente], y luego me ponía metas de nutrición basadas en mis resultados más recientes”, dijo Nurse. “Las metas eran realistas lo que las hacía más fáciles de lograr”.

Los esfuerzos combinados y el enfoque integral que le ofrecieron a través de Baptist Health Primary Care, ayudaron a Nurse a lograr las metas que se le ponían.

“La educación es una gran parte del manejo de la diabetes. Cathy me enseñó a no ‘odiar’ la comida, dándome consejos para planificar mis comidas y enseñándome cómo comer cuando se tiene diabetes tipo 2”, dijo ella. Con su ayuda y con las clases de educación de diabetes que tomé, aprendí que la moderación es clave y que cómo se come hace una gran diferencia para mantener la diabetes bajo control”.

El apoyo familiar y la diabetes

Al igual que con muchas otras condiciones crónicas, el apoyo familiar es la clave para tener resultados exitosos. Los miembros de la familia son una parte integral del manejo diario de los pacientes con enfermedades crónicas, según un estudio publicado en la revista Journal of the American Board of Family Medicine.  Los familiares pueden influenciar las opciones y la preparación de los alimentos, ofrecer apoyo emocional y asegurar que el paciente se tome sus medicamentos adecuadamente. Las investigaciones publicadas con la revista The Diabetes Educator, encontraron que más de un 50 por ciento de las personas con diabetes o con insuficiencia cardiaca dicen que sus familiares están involucrados en el manejo de su dieta y en la toma de sus medicamentos.

“El sistema de apoyo familiar que tengo ha sido algo maravilloso”, dijo Nurse. “Cuando tuve que incorporar el ejercicio como parte de mi vida, mi esposo Avery comenzó a caminar conmigo. Luego mi madre, Cora, comenzó a acompañarme en mis caminatas, y ahora mi cuñada también me acompaña”.

“La pérdida de peso como resultado del aumento en el ejercicio también ha sido muy útil para mantener su diabetes bajo control. Añadió Nurse. Ella dice que la forma en que se siente acerca de si misma y de su diabetes es como “el día y la noche” cuando se compara hoy en día con su estado hace unos años.

“No hay que perder tanto peso para mejorar significativamente el control glucémico”, afirmó el Dr. De Santis.

El manejo de la diabetes

Nurse, que hoy tiene 43 años se siente como no se ha sentido en mucho tiempo, gracias a los cambios que efectuó en su dieta, sus ejercicios y su mente. Con la ayuda del Dr. De Santis y de Clark-Reyes, sus niveles más recientes de A1C le salieron en 5.9, una gran rebaja desde el nivel en que estaban cuando comenzó a ver al endocrinólogo.

“Me quedé en shock pero estoy muy contenta”, dijo Nurse.

Tratar a alguien quien ha estado viviendo con diabetes por bastante tiempo es distinto, y a veces puede ser un reto más grande que tratar a alguien que ha sido diagnosticado recientemente, dijo el Dr. De Santis.

“Con una persona que ha tenido diabetes por más de 10 años, podemos asumir que su reserva pancreática ha estado disminuyendo con el tiempo. Esa es una persona que desafortunadamente no va a tener mucho éxito con sólo hacer cambios a su estilo de vida”, explica el Dr. De Santis. “Por supuesto que ella nos puso a la prueba y estábamos equivocados. Ella inició cambios significativos a su estilo de vida y pudo, con sólo una pastilla adicional, reducir su A1C por un gran porcentaje”.

Una de las lecciones más importantes que ha aprendido Nurse a través de su experiencia con la diabetes es el poder que puede tener el estado mental “correcto”.

“No podemos quedarnos en el mismo lugar – tenemos que cambiar nuestra manera de pensar”, dijo ella. “Primo hay que tener aceptación. Sabemos que tenemos diabetes – y que eso no va a cambiar – pero sí podemos controlarla”.