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El acoso: Cómo disminuir el daño a su hijo

Las historias acerca del acoso infantil se riegan rápidamente a través de los medios sociales, se han convertido en titulares noticiosos y están sacando a relucir este comportamiento tan peligroso. Un tema que hasta recientemente sólo se abordaba en las conversaciones en las escuelas y en los hogares, ahora está en primer plano con celebridades y líderes comunitarios por igual hablando en contra del acoso o el “bullying” como se conoce en inglés, y creando consciencia acerca del daño que causa.

El acoso infantil también puede ser difícil para los padres, al ver a sus hijos dolidos y tratando de ver cómo pueden ayudarlos.

“Enfrentar el acoso es algo aterrante – tanto para el niño como para sus padres”, dice la psicoterapeuta Shana Friedman, una asesora certificada de salud mental con el Departamento de Servicios de Atención y Consejería de Baptist Health South Florida. “Es importante para los padres entender que sentir temor es algo real y normal y que existe ayuda”.

El acoso infantil o “bullying” es distinto al conflicto ocasional, según Suzanne Keeley, Ph.D. [1], una psicóloga afiliada con Baptist Health y presidenta de The Melissa Institute for Violence Prevention and Treatment [2], una organización sin fines de lucro basada en Miami, dedicada a la prevención de la violencia.

“Durante un conflicto, ambas partes difieren acerca de algo, pero no existe un desequilibrio de poder”, dijo la Dra. Keeley. “En una situación de acoso, el niño que está acosando tiene poder sobre el niño victimizado y aumenta su poder con cada incidente de acoso”.

El acoso puede tener serias consecuencias negativas a largo y a corto plazo, según Friedman.

“Los niños acosados – o los acosadores – tienen mayores probabilidades de sufrir de dolores de cabeza y de estómago, de desarrollar ansiedad y depresión, y tienen un riesgo más alto para el suicidio”, dijo ella.

Otras estadísticas demuestran lo dañino que es el acoso generalizado:

Señales de acoso

Cualquier persona puede ser acosada, por eso es importante identificar las señales de acoso.

“Los padres conocen mejor que nadie a sus hijos. Si sospechan que algo le está molestando a su hijo, probablemente estén en lo cierto”, dice Friedman. Existen ciertas señales que pueden demostrar los niños que ayudan a validar las inquietudes de los padres de que su hijo está siendo acosado”.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos identifica las siguientes señales:

El ciberacoso

La tecnología de hoy hace más fácil que los niños puedan acosar a otros con unos cuantos clics del teclado o con una fotografía. Las plataformas como Facebook, Tweeter, Instagram, el correo electrónico y otras plataformas digitales se están utilizando para dividir a las personas y para hacer daño.

El ciberacoso – el uso de las comunicaciones electrónicas para enviar mensajes, dañinos, intimidantes o amenazantes con la intención de impactar negativamente a la víctima – se usa para sacar a los compañeros fuera de sus redes sociales, dejando al niño acosado sufriendo de aislamiento y de vergüenza.

A diferencia de otras formas de acoso, el acoso, la humillación, la intimidación y las amenazas por parte de otras personas, pueden ocurrir las 24 horas del día. El acoso constante y agresivo, a menudo le roba a la persona acosada de su zona de seguridad.

Busque intervención para su hijo

Si usted sospecha que su hijo está siendo acosado, incluyendo el ciberacoso, o si su hijo lo confirma, la Dra. Keeley y Friedman les aconsejan a los padres que tengan una conversación abierta con el niño acerca de lo que está ocurriendo. La American Psychological Association ofrece varios libros que pueden ayudar a los padres a platicar con sus hijos acerca del acoso.

Luego, recomiendan que los padres tomen los siguientes pasos para ayudar a sus hijos:

“Mientras que el acoso afecta a muchas personas en nuestra comunidad – desde los niños hasta las familias, y los educadores – aumentar la consciencia y la educación acerca del acoso ayudan mucho a enfrentar el problema”, dijo la Dra. Keeley. “Si usted no obtiene una resolución inmediata a un problema de acoso, siga subiendo hasta que pueda mover la montaña. Ayudar a estos niños es el trabajo de todos, y todos tenemos la responsabilidad de hacerlo.

Los padres pueden ayudar a prevenir el acoso

La Dra. Keeley sugiere que los padres se adelanten al problema al hablar con sus hijos temprano acerca del acoso.

“En cuanto los niños comiencen a interactuar con otros niños en grupos de juego o en la escuela, lo padres deben enseñarles a sus hijos los comportamientos que son aceptables, usando un vocabulario que ellos puedan entender”, dijo ella.

A un niño en edad preescolar por ejemplo, se le puede enseñar que pegar y golpear pueden lastimar a los demás. Un niño en edad escolar debe entender que reírse o burlarse de alguien, o aislar a otro estudiante no es amable. Los adolescentes deben aprender de sus padres que los insultos por internet amenazan el bienestar y el sentido de seguridad de los demás.

Las conversaciones tempranas y frecuentes acerca del acoso preparan a los niños a reaccionar si son victimizados por el acoso o si ven un incidente de acoso entre otros niños, según la Dra. Keeley. Ella recomienda empoderar a los niños y a los adolescentes a que tomen acción en contra del acoso al reportarlo de inmediato o contándoselo a un adulto en el cual confíen, lo antes posible.

Ella también recomienda que los padres les pongan mucha atención a sus propios comportamientos.

“Los padres son los adultos más poderosos en las vidas de sus hijos”, dijo ella. “Cuando ellos hablan con respeto y demuestran compasión y empatía, les enseñan a sus hijos a tratar a los demás como ellos quieren ser tratados”.