Mientras que la incidencia de infartos cerebrales ha estado disminuyendo entre los hombres en años recientes, ese no es el caso para las mujeres. Las nuevas investigaciones han encontrado que la tasa de infartos cerebrales isquémicos, los cuales representan un 85 por ciento de los casos, ha permanecido igual entre las mujeres.
Tanto los hombres como las mujeres están en riesgo de sufrir infartos cerebrales isquémicos, los cuales ocurren como resultado de una obstrucción en algún vaso sanguíneo que suple sangre al cerebro. El estudio publicado en la revista Neurology [1] encontró que la incidencia de infartos cerebrales isquémicos entre los hombres, ha disminuido a 165 por cada 100,000 hombres en el 2010, una reducción desde 238 entre el 1993 y el 1994. Sin embargo, para las mujeres, la incidencia era de 173 por cada 100,000 en el 2019, una reducción desde 193 entre el 1993 y el 1994. Ese es un cambio estadísticamente insignificante entre las mujeres.
Felipe De Los Rios, M.D. [2], Director Médico del Programa de Infartos Cerebrales de Baptist Health Neuroscience Center [3], quien es uno de los co-autores del estudio, advierte que aún no podemos explicar completamente por qué las mujeres no han visto la misma mejoría en las tasas de infartos cerebrales que los hombres.
“Es posible que las mujeres se vean afectadas de manera distinta por los factores de riesgo conocidos para los infartos cerebrales, tales como la diabetes, o que esos factores de riesgo no sean tratados tan agresivamente como entre los hombres”, explica el Dr. De Los Rios. “La diabetes puede tener parte de la culpa, pero las mujeres también tienen otros factores de riesgo que no están siendo tratados adecuadamente. Es probable que sean varias cosas. Este estudio no fue diseñado para explicar la diferencia, sino para demostrar estas tendencias”.
El estudio repasó casos de pacientes con incidentes de infartos cerebrales isquémicos dentro de los datos disponibles de 1.3 millones de personas que residían en una región de cinco condados en la parte sur del estado de Ohio y la parte norte del estado de Kentucky. Este grupo de estadounidenses es “representativo de la población de los Estados Unidos en términos de edad, porcentaje de personas de la raza negra, ingresos familiares, nivel de educación y proporción de personas que viven debajo de umbral de pobreza”, según el estudio.
El estudio resalta la importancia de investigar más allá acerca de los factores principales de riesgo para los infartos cerebrales en las mujeres, los cuales incluyen la presión alta, la diabetes, el alto colesterol, el sobrepeso y el tabaquismo. Cada año, casi 800,000 personas en los EE.UU. tienen un infarto cerebral. En algunos casos, los sobrevivientes quedan con parálisis en un lado del cuerpo, problemas de la vista y del habla o pérdida de la memoria – y requieren atención de rehabilitación a largo plazo.
Existen otros factores que pueden ayudar a explicar la disparidad de las tasas de infartos cerebrales entre los hombres y entre las mujeres, dice el Dr. De Los Rios.
“Sabemos que la edad es un factor que conduce a los incidentes de infartos cerebrales”, dice él. “A medida que una persona envejece, su riesgo para los infartos cerebrales se vuelve más alto. Y sabemos que las mujeres viven más tiempo que los hombres”.
Otra variable puede ser que los hombres tienen mayor probabilidad de usar aspirina regularmente para ayudar a prevenir los infartos cerebrales y los ataques cardiacos. “Ya conocemos que las mujeres usan menos aspirina en comparación con los hombres”, dijo el Dr. De Los Rios. “Y sabemos que la aspirina puede ser beneficiosa para las mujeres entre 55 y 79 años de edad”.
Por ahora, lo más importante que hemos encontrado en este estudio es que las mujeres de todas las edades deben reconocer y controlar sus factores de riesgo para los infartos cerebrales.
“Por algún motivo, hemos tenido más éxito controlando los infartos cerebrales en los hombres que en las mujeres”, dice el Dr. De Los Rios. “Hacen falta más investigaciones para poder cubrir esta brecha”.