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La gran amenaza del virus del papiloma humano

El virus de papiloma humano o VPH, ha recibido bastante atención en la última década, a medida que más investigaciones identifican sus cepas como las causas de ciertos tipos de cáncer. Ahora, un reporte [1]por los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), demuestran que el riesgo puede ser aún más común de lo que se pensaba.

El reporte, publicado el mes pasado, encontró que casi 1 de cada 5 adultos menores de 60 años están infectados con une de 14 cepas de “alto riesgo” del VPH. Estas cepas, según otros estudios, son transmitidas sexualmente y se han visto vinculadas con 31,000 casos de cáncer cada año. Esos casos incluyen cáncer del cuello del útero, la vagina, la vulva, el pene y cánceres orales.

Jose S. Soza, M.D. [2], doctor de medicina familiar con Baptist Health Primary Care [3], ha visto pacientes con cáncer relacionado con el VPH, y acredita el aumento en la concientización de los efectos adversos del virus al diagnóstico temprano de estos cánceres.

Aumenta la concientización acerca del virus de papiloma humano

“Estamos conociendo más y más acerca del VPH”, dijo él. “Los pacientes están más conscientes y están más dispuestos a hablar con franqueza de este y de sus primeros síntomas con sus médicos”.

Él señala a las infecciones relacionadas con el VPH, tales como las verrugas genitales, para ilustrar esa franqueza. Él dice que más adultos jóvenes activos sexualmente tienen mayores probabilidades de buscar tratamiento para esta enfermedad común transmitida sexualmente.

Hay pruebas disponibles

Sin embargo, el Dr. Soza advierte que las pruebas típicas para las enfermedades transmitidas sexualmente no incluyen pruebas para el VPH. “Nosotros hacemos pruebas de clamidia, sífilis, Herpes I y Herpes II, y de VIH, pero la prueba para el VPH no es de rutina en estos tipos de análisis de sangre”, dijo él. Para las pruebas de rutina del VPH, dice él que las directrices por la U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) [4] recomiendan que las mujeres entre las edades de 30 a 65 años, se hagan una prueba para el VPH en combinación con la prueba del Papanicolaou si quieres extender sus pruebas a cada cinco años. Esta prueba acompañante determina si las cepas de alto riesgo del VPH están presentes en el cuello uterino.

El Dr. Soza señala sin embargo, que la American Cancer Society recomienda que las mujeres entre 21 y 29 años se hagan una prueba de Papanicolaou cada tres años – a los 21, 24 y 27 años – para detectar el cáncer del cuello uterino y los pre-cánceres. Estas mujeres, según las directrices de la American Cancer Society, no deben hacerse la prueba del VPH en combinación con la prueba del Papanicolaou, ya que el VPH es tan común entre las mujeres de estas edades que no es beneficioso hacer la prueba de detección de no ser que el Papanicolaou demuestre resultados anormales.

Las pruebas de VPH también pueden ser utilizadas para como una herramienta para detectar el cáncer anal, pero la evidencia que sugiere que se realicen pruebas regulares permanece insuficiente, dice el Dr. Soza.

Similarmente, no hay directrices para las pruebas de rutina para detectar el pre-cáncer del pene, el cáncer oral o el cáncer de la vulva. Las infecciones de VPH en el pene y en la vulva pueden aparecer como lesiones en la piel. Las infecciones de VPH en la boca, la lengua o la garganta a menudo causan lesiones, inflamación, ronquera o incomodidad general, y son detectadas incidentalmente cuanto se trata de determinar la causa de estos síntomas.

Las vacunas para el VPH

Desde el 2006, las vacunas contra el VPH han estado disponibles para niñas y mujeres entre las edades de 9 y 26 años. En el 2009, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU. (FDA por sus siglas en inglés) también aprobó una vacuna para los hombres entre las edades de 9 a 26 años. El Dr. Soza recomienda que sus pacientes sigan estos programas de vacunación para prevenir algunas cepas de alto riesgo del VPH que se han demostrado que pueden convertirse en ciertos tipos de cáncer.

Las directrices de los CDC [5] recomiendan vacunaciones de rutina contra el VPH a la edad de 11 o 12 años tanto para las niñas como para los varones. Antes de la edad de 15 años, la dosis recomendada de la vacuna es de dos dosis, administradas con entre 6 y 12 meses de diferencia. Después de los 15 años, los CDC recomiendan tres dosis de la vacuna contra el VPH, con la segunda dosis administrada de 1 a 2 meses después de la primera dosis y la tercera dosis administrada 6 meses después de la primera dosis.

Para las personas que no se vacunaron temprano contra el VPH, las mujeres pueden recibir la vacuna hasta los 26 años y los hombres hasta los 21 años. Los hombres entre 22 y 26 años también pueden ser vacunados.

Practiquen relaciones sexuales con precaución

Para los adultos que no recibieron la vacuna contra el VPH antes de cumplir los 26 años, el Dr. Soza recomienda el uso de la protección durante las actividades sexuales. Así como con otras enfermedades transmitidas sexualmente, los condones o preservativos reducen eficazmente los riesgos de transmitir el VPH entre los compañeros sexuales.

Esté consciente de su cuerpo

Además, el Dr. Soza recomienda reportar cualquier llaga genital, incomodidad oral u otros síntomas anormales a un médico, dentista o a cualquier otro proveedor de atención de salud, para que ellos puedan determinar si la causa subyacente es una infección de VPH y así tomar las medidas apropiadas.

“El VPH y los cánceres que puede causar son una gran amenaza de salud pública”, dijo él. “Sin embargo la concientización y el tomar los pasos preventivos adecuados puede reducir los riesgos de una persona ahora y en el futuro. Esperamos que los pasos que estamos implementando hoy conducirán a una reducción tangible en los casos de cáncer relacionado con el VPH en las décadas venideras”.