Cuando el gobernador de la Florida, Rick Scott declaró la epidemia de opioides como un estado de emergencia de salud pública en el mes de mayo, muchos en el sector de la salud lo aplaudieron. La razón se debe que a través del estado de la Florida-como en la mayoría de los Estados Unidos- las muertes relacionadas con sobredosis de los opioides han incrementado exponencialmente en los últimos años.
De hecho, un Reporte de Septiembre 2016 [1], del Florida Department of Law Enforcement, citando estadísticas del 2015, muestra que las muertes relacionadas a la heroína, fentanil, morfina y oxicodona – todos opioides – han aumentado en un 79.7 por ciento, 77.6 por ciento, 26.9 por ciento y 20.2 por ciento, respectivamente, desde el 2014. Todos sumados, muestran que 3,896 Floridanos murieron por consumir opioides en el 2015. Además, una nueva información publicada en la revista Journal of the American Medical Association [2], o JAMA, muestra que los opioides están reduciendo nuestros años de vida por 2 ½ meses. Y los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) esperan que las muertes por sobredosis de drogas [3] – la mayoría por los opioides – a superar los 64,000 a nivel nacional para el año 2016.
Mientras esos números continúan subiendo, los médicos han podido darse cuenta y estar más conscientes de sus roles al recetar los medicamentos comunes para calmar los dolores. Los pacientes juegan un papel importante también.
“Estamos definitivamente más indecisos que en años anteriores al recetar opioides para calmar el dolor”, dijo Andrew Forster, M.D. [4] un doctor en medicina general de Baptist Health Primary Care, Miami Beach.
Para lesiones profundas como un hueso roto, que necesita un calmante inmediato, una dosis de dos o tres días de opioide podría ser necesaria para algunos pacientes. Pero típicamente lo cambiamos por otro tipo de calmante después de ese lapso”. Esos calmantes para el dolor, dice, podrían incluir acetaminofén, ibuprofeno u otros medicamentos que se hayan comprobado efectivos sin el riesgo de la adicción que va ligado al tratamiento con opioides.
Una alternativa para el control del Dolor Crónico
Más que nunca muchas personas están buscando atención médica por ataques de dolor lumbar, según el National Institute of Neurological Disorders and Stroke [5]) [6]. En 1990, el dolor lumbar estuvo en el puesto seis en un estudio sobre las condiciones más incómodas en los Estados Unidos. En el 2010, el dolor lumbar estuvo en el puesto tres, solo detrás de la cardiopatía isquémica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica o COPD. Este incremento en la incidencia del dolor lumbar, especialmente con duración de doce meses o más, sin duda alguna contribuyó al aumento de opioides prescritos en los últimos años.
Pero Ronald Tolchin, D.O. [7] director médico del Baptist Health Center for Spine Care [8]
parte de Baptist Health Neuroscience Center [9] dice que los doctores están conscientes del uso erróneo de los opioides y su adicción, lo que les ha hecho tomar un plan de acción más balanceado para tratar el dolor lumbar, escogiendo como primera opción medicamentos para el dolor que se encuentran en la farmacia como venta libre y terapia física, en caso de que el paciente pueda tolerar dicho tratamiento.
“Probablemente vamos a recetar un período corto de opioides si el dolor es muy fuerte, pero trataremos de comenzar con analgésicos suaves o moderados, como ibuprofeno, acetaminophen y aspirina,” dijo. Añadió que es mejor iniciar a los pacientes con un término corto de analgésicos para luego convertirlo en un tratamiento de “acción más larga y liberación más lenta”, como los analgésicos administrados a través de parches en la piel.
“El problema más grande con los opioides recetados es que los pacientes toman los medicamentos de corta duración por mucho tiempo y luego comienzan a necesitar calmantes después de dos a cuatro horas” dijo el Dr. Tolchin. “Debemos ser muy cuidadosos al planificar y monitorear cualquier medicina para el dolor y estar seguros que todas las opciones que no contengan opioides sean descartadas antes”.
El Dr. Forster está de acuerdo y dice que el péndulo está girando hacia opciones más conservadoras. Adicionalmente a la terapia física, ha visto pacientes que se recuperan del dolor lumbar con ejercicios de bajo impacto, estiramientos tipo yoga y pilates que mantienen a las personas activas y mantienen fuerte el área abdominal. Ha tenido pacientes que también han sentido alivio con terapias complementarias como acupuntura y terapia de calor.
Otros medicamentos para el dolor
Para pacientes cuya condición requiere medicina por prescripción para controlar el dolor, el Dr. Forster busca drogas que bloqueen los nervios, como la pregabalina [10]
(vendida como Lyrica) o antidepresivos como la duloxetina [11] (vendida como Cymbalta o Irenka), que reducen el dolor de manera efectiva. “Es muy difícil caminar hacia atrás una vez que hemos tratado el dolor con narcóticos, por ello tratamos con estas alternativas primero”.
Herramientas para tomar decisiones informadas
El Dr. Forster también busca una historia más detallada de la historia del dolor de sus pacientes para asegurarse que todas las alternativas para lograr el alivio han sido ya descartadas antes de recetar opioides. “Si la historia del paciente nos resulta familiar, sabremos si hay conductas adictivas presentes que puedan llevar a un abuso o adicción de un medicamento“, dijo. “Cuando es un paciente nuevo, tenemos que estar alertas que hay una posibilidad de que el paciente esté tratando de obtener una prescripción para incrementar la actual”.
El Dr. Forster dice que el poder acceder a la historia de prescripciones del paciente, lo ayuda a tomar mejores decisiones clínicas de cuáles tratamientos puede ofrecerle al paciente. Una ley de la Florida [12] que pasó en el 2016, permite a los médicos y farmacéuticos o a sus designados, a entrar a la base de datos de Florida E-FORCSE®, Electronic – Florida Online Reporting of Controlled Substances Evaluation. Este acceso permite a los que recetan y despachan opioides, como son las farmacias, poder ver cuando una persona ha recibido una prescripción para un opioide de otro doctor o farmacia, para así prevenir que los pacientes obtengan recetas múltiples de distintos proveedores.
Prevención para la adicción de opioides
El Dr. Forster dice que, aunque la colaboración y comunicación ha mejorado entre las salas de emergencia, cirujanos y médicos primarios, no siempre sabe cuándo sus pacientes han sido recetados con un opioide de otro doctor. Es importante que los pacientes en su visita a su doctor primario, después de haber estado en una visita en emergencias o una cirugía, dejen saber cuáles medicamentos les fueron recetados.
“Sí, tenemos mecanismos activos para reducir la posibilidad de que los pacientes sean recetados con una cantidad de opioides que le generen una adicción”, dijo. “Pero es mejor informarle al doctor primario de los tipos de tratamiento y medicamentos recibidos por otro doctor. Nosotros podemos, y debemos, juntar nuestros esfuerzos para proteger la salud y bienestar general de los pacientes”.