A veces se nos hace difícil ponernos en movimiento, aunque sepamos lo beneficioso que es el ejercicio para la salud. Joann Santiago-Charles, una fisióloga de ejercicios con el Miami Cancer Institute [1] de Baptist Health, lo ve todos los días. Muchas personas quieren comenzar a vivir un estilo de vida más saludable, pero le temen a tan siquiera escuchar la palabra ejercicio.
“Cuando se trata de una opción de vida o muerte, la gente tiende a participar más”, dijo ella. Pero añadió que generalmente no se sienten a gusto con eso – por lo menos al principio.
No es secreto que la actividad física puede ayudar a prevenir la enfermedad cardiovascular, la presión alta y la diabetes, la artritis y muchas otras condiciones. También se puede añadir al cáncer a esa lista. Un estudio masivo por el National Cancer Institute [2] reveló que el ejercicio está asociado con una reducción significativa en el riesgo para 13 distintos tipos de cáncer.
“La mayoría de los cánceres más comunes están relacionados con una falta de actividad física. Este estudio es importante porque demostró que el ejercicio, independientemente de otros factores, ayudó a prevenir el cáncer”, dijo Santiago-Charles. “El tabaquismo, el uso del alcohol y la obesidad son los tres factores de riesgo más prevenibles para un diagnóstico de cáncer y para la mortalidad, y ahora la actividad física también se puede añadir a esa lista”.
La actividad física no solamente puede proteger a una persona del cáncer en primer lugar, pero las investigaciones han demostrado que los pacientes de cáncer que participan en el ejercicio pueden mejorar sus tasas de supervivencia y de recurrencia, en comparación con los pacientes que permanecen sedentarios, dijo ella.
La mayoría de las personas no llenan los niveles recomendados de actividad física
“Todos tenemos que tener conciencia de participar en alguna actividad física todos los días”, dijo Santiago-Charles.
Mientras que es recomendable que las personas adultas participen en al menos 30 minutos de ejercicio moderado, cinco o más días por semana, la mayoría de las personas se quedan cortas. La buena noticia, según los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés), es que tan poco como 10 minutos de ejercicio por día pueden ayudar a prevenir las enfermedades y asegurar que su cuerpo tenga la mayor probabilidad de rendir una calidad de vida larga y saludable.
Todo se trata de lo que funcione mejor para usted, dijo Santiago-Charles. “No todos los programas de ejercicios funcionan bien para todas las personas. Deben ser individualizados y basados en las necesidades de cada uno”.
Comenzar no es tan difícil como parece, especialmente si usted tiene una actitud positiva hacia la actividad física. Santiago Charles y otros expertos ofrecen estos consejos:
Encuentre una actividad que le guste hacer. Si su intención es la de ir al gimnasio cinco días por semana, pero odia la cinta para caminar, entonces no va a lograr mantener esa intención. No se supone que esto sea una solución rápida, se supone que sea un cambio en su estilo de vida. Busque actividades que usted querrá continuar haciendo.
Divida sus sesiones de actividad. Mientras que la dosis sugerida de actividad es un mínimo de 30 minutos por día, usted no tiene que hacerlo todo a la misma vez. Si es necesario, puede dividir sus actividades en sesiones más manejables de 10 minutos, tres veces al día.
Varíe su rutina. ¿Le gusta caminar? ¡Fantástico! Pero nadar también puede ser divertido y refrescante, y bailar alrededor de su sala puede ser muy entretenido. Pruebe cosas distintas. Así ejercitará las distintas partes de su cuerpo y tendrá menos probabilidades de aburrirse.
Póngase metas realistas. Comience despacio y aumente gradualmente. Una caminata o un paseo en bicicleta de 10 minutos puede ser todo lo que usted pueda aguantar al principio. Pero cuando eso comience a sentirse más fácil o de rutina, auméntelo un poco al añadir más tiempo o más intensidad.
No se enfoque solamente en las actividades cardiovasculares. Incluya los distintos componentes de la actividad física tales como los ejercicios de fortaleza, flexibilidad y equilibrio. Todos son importantes para su salud a largo plazo.
No se comprare con los demás. Su vecino podrá correr maratones, mientras que usted a penas puede darle la vuelta a la manzana. Pero eso no importa. Se trata de usted, no de cómo los demás pueden percibirle o juzgarle. No se desanime sin tan siquiera haber comenzado.
Aumente la actividad conscientemente. Usted puede añadir más actividad aquí y allá sin darse cuenta. Párese en una pierna mientras se lava los dientes, traiga sus compras del carro una bolsa a la vez, estírese o brinque durante los comerciales de televisión. Cuando estacione su carro, no busque el espacio más cercano a la entrada. En vez, tome una caminata por el estacionamiento hasta su destino. Todo eso se suma.
Póngase retos. Una vez que comience a moverse, le sorprenderá cuán rápido progresa. Pruebe nuevas actividades o aumente su rutina. Para obtener el mayor beneficio de su actividad física, haga el esfuerzo por llegar al próximo nivel.
Siga su progreso. No importa cuando usted empiece. Lo que importa es cuán lejos progrese. Escriba la cantidad de minutos de actividad, cuan lejos llegó o cuánto pudo lograr hacer. O use un podómetro todos los días y vea como aumentan sus pasos. Celebre su compromiso continuo y cualquier mejoría. ¡Claro que debe sentirse orgulloso!
Haga ejercicios con un amigo – quizás. Algunas personas disfrutan de hacer ejercicios con un compañero y hasta unirse a un grupo. Pero no deje que la participación de los demás le afecte la suya. Siga su jornada, aunque su compañero no pueda – o no lo haga. Santiago-Charles explica, “Es importante que la gente se apropie de sus metas de actividad y diga, ‘Estoy haciéndolo por mi’ “.