Si conduce por la ciudad o camina en un centro comercial, no puede ir muy lejos sin toparse con una tienda llena de artilugios tamaño pluma y botellas coloridas de líquido que aparecen alrededor de los afiches afirmando ser “libres de humo”, “libres de olor” y “libres de tabaco”. Son cigarrillos electrónicos, o e-cigarettes.
Los fumadores compran el dispositivo, que se asemeja a una pluma grande, y las concentraciones de líquidos en diferentes grados de intensidad, de cero a 24, lo que indica de la más baja a la mayor cantidad de nicotina. Los líquidos también vienen en diferentes sabores, desde el tabaco y mentol tradicional hasta versiones como piña colada y cortadito, un favorito en Miami.
Aunque son certeras las declaraciones de que es una experiencia de fumar menos ofensiva que la verdadera, gracias a los sabores aromáticos, la seguridad de los cigarrillos electrónicos ha sido el tema de debate en los congresos médicos y en las audiencias gubernamentales. Muchos de estos círculos están pidiendo estudios para determinar los efectos en la salud de los cigarrillos electrónicos, mientras que los fabricantes y comerciantes señalan que los fumadores han reducido el consumo de la nicotina después de cambiar del tabaco al vapor.
“Los cigarrillos electrónicos pueden ser eficaces en la sustitución de la nicotina que los fumadores ansían”, dijo el Dr. Rubén Peñaranda [1], pulmonólogo en Doctors Hospital [2]. ”Pero todavía no sabemos lo suficiente acerca de su seguridad. Podrían ser peligrosos”, acertó.
De hecho, el Dr. Peñaranda y su colega, la Dra. Brenda González [3], explican que los conocidos químicos causantes de cáncer o carcinógenos, se encuentran en el líquido vaporizado, inhalado. Estos químicos incluyen nitrosaminas [4] y dietilenglicol [5].
La Administración de Alimentos y Drogas (FDA por sus siglas en inglés), en 2009, publicó los resultados que indican una falta de coherencia en la cantidad de nicotina que se encuentra en los líquidos que se vaporizan. Algunos con la etiqueta“ libre de nicotina”, mostró la investigación [6], tenían rastros de nicotina en ellos. Y la cantidad de nicotina en líquidos marcados “alta” superaron la cantidad permitida en los productos de reemplazo de nicotina actualmente aprobados por la FDA, tales como inhaladores de nicotina.
Estas inconsistencias por la falta de regulación, dice la Dra. González, crean aún más dudas sobre la seguridad de los cigarrillos electrónicos.
“Algunos de nuestros pacientes dejan de fumar cigarrillos de tabaco por el cambio a los cigarrillos electrónicos,” dijo la Dra. González, “pero también he tenido pacientes que se quejan de irritación en la garganta y las vías respiratorias después de fumar estos. Sólo receto reemplazos de nicotina aprobados por la FDA, ya que están respaldados por las normas y pruebas de seguridad”.
En una tienda en Miami Springs, el propietario comentó acerca del atractivo de los cigarrillos electrónicos utilizando su propia experiencia. Nueve meses después de dejar los cigarrillos de tabaco, ahora “vaporiza” con menos frecuencia que la que fumaba, y la concentración de nicotina en su cuerpo ha disminuido. Además, dice, los cigarrillos electrónicos son más económicos, con un costo del 90 por ciento menos al año para un fumador de una cajetilla al día.
Hay una creciente preocupación por el atractivo de los cigarrillos electrónicos para niños y adolescentes. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), la semana pasada publicaron los resultados [7] que muestran que el porcentaje de uso de los cigarrillos electrónicos entre los estudiantes de las escuelas intermedias y secundarias en los EE.UU. se han más que duplicado desde 2011. Los fumadores por lo general comienzan alrededor de esta edad, según los CDC, y estos nuevos productos, con sus sabores atractivos, pueden introducir un nuevo riesgo para la salud de los adolescentes o dar lugar a un aumento de consumo de tabaco en el futuro.
El Dr. Javier Pérez- Fernández [8], director médico de los servicios pulmonares en West Kendall Baptist Hospital [9], comparte estas preocupaciones. “Los cigarrillos electrónicos, en la mayoría de los casos, se hacen por las mismas empresas que fabrican los cigarrillos de tabaco, y contienen nicotina, que es adictiva”, dijo. ”Abren la puerta al uso de cigarrillos y la adicción a la nicotina a largo plazo”.
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Los hospitales y centros ambulatorios de Baptist Health siguen las políticas libres de tabaco en sus locales y han incluido los cigarrillos electrónicos a esas políticas.