Hacer ejercicio regularmente le ayuda a ponerse o a mantenerse saludable. Es un hecho bien establecido. Pero muchas personas que necesitan empezar un programa de ejercicios aeróbicos o de entrenamiento de resistencia, o ambos, simplemente no lo hacen.
Y para muchos de estos indecisos, el ejercicio es algo que verdaderamente necesitan. Muchos tienen exceso de peso o han sido diagnosticados con factores de riesgo para enfermedades del corazón tales como la presión alta, el azúcar alta en la sangre o resultados indeseables de colesterol en la sangre.
“La gente no se da cuenta o no entienden de lleno cómo una rutina activa puede mejorar sus vidas y brindarles una mejor salud”, dice Fabiola Yasky, una instructora de ejercicios para Community Health en Baptist Health South Florida. “El ejercicio también lleva a una mejor salud mental, mejor autoestima y energía renovada”.
He aquí las cinco excusas más comunes que dan las personas para no hacer ejercicios, y las soluciones que pueden implementar para empezar.
1. “No tengo tiempo.”
Solución: Haga el ejercicio lo más conveniente posible.
No tener tiempo es la excusa principal para no hacer ejercicio. Pero a pesar de lo agitada que es la vida, con el balance constante entre el trabajo, las responsabilidades del hogar y el cuidado de los niños, siempre hay maneras de encontrar el tiempo y el lugar para hacer actividades que promueven la salud, dice Yasky.
“La conveniencia es muy importante”, dice Yasky. “Si hay un parque en el camino del trabajo a la casa, comience tomando caminatas energéticas. O si hay un gimnasio económico cerca de su trabajo o de su hogar, considere inscribirse”.
Si no tiene mucho tiempo disponible, reparta sus rutinas de ejercicios a través del día. Solo toma un mínimo de 20 minutos de actividad de moderada a intensa.
2. “No tengo energía.”
Solución: Un sistema de compañeros.
Esta es una excusa extraña, ya que el ejercicio regular es el método más comprobado para ganar fortaleza, vigor y energía. Pero si no tiene ganas, la mejor solución es desarrollar un sistema de apoyo con un amigo, familiar o compañero de trabajo en el cual ambos pueden inspirarse mutuamente para ir al gimnasio, para caminar o para comenzar a trotar.
“Conozco personas que comienzan a hacer ejercicios y luego de un tiempo dicen, ‘Wow, nunca esperé que se me fueran los dolores y sentirme con tanta energía”, dijo Yasky. “Muchas personas no entienden que el ejercicio puede ayudar a personas jóvenes y más viejas a recuperarse de lesiones y a sentirse vigorizados”.
3. “Tengo que cuidar a los niños.”
Solución: Un sistema de apoyo.
Esta excusa es comprensible si usted tiene niños pequeños que necesitan mucha más de su atención. Un sistema de apoyo con miembros de la familia y amistades es importante para ayudar a los padres a encontrar el tiempo para hacer ejercicios.
“Si usted está solo, no tiene que preocuparse, pero las preocupaciones entran en juego cuando a usted se le espera en otro lugar o si tiene que cuidar a otra persona”, dijo Yasky. Involucrar a la familia es fundamental”.
Hacer actividades con sus hijos es otra opción. Caminar juntos o ir con ellos a montar bicicleta son buenas opciones. Los padres también pueden ayudarse mutuamente para cuidar a los niños mientras los otros salen a trotar o van al gimnasio. Las familias más saludables son generalmente las que se apoyan mutuamente los unos a los otros, cuando se trata de hacer ejercicios y actividades.
4. “El ejercicio es aburrido”
Solución: Haga algo divertido.
El ejercicio no tiene que ser aburrido. Inclusive, usted puede convertir un pasatiempo en una actividad saludable. Y está bien leer o mirar televisión mientras se camina en una caminadora o se monta una bicicleta estacionaria.
“Si usted encuentra el ejercicio aburrido, pruebe algo divertido. Siga sus pasatiempos favoritos, ya sea el golf, el tenis, la jardinería u otra actividad deportiva”, dice Lasky. “Hay millones de maneras de comenzar a hacer ejercicio. Usted puede caminar – no tiene que correr un maratón”.
5. “No me ha funcionado anteriormente.”
Solución: Póngase metas realísticas y busque asesoría.
Es importante ponerse metas realísticas. A menudo los individuos que han dejado los programas de ejercicio lo han hecho porque no han tenido la asesoría adecuada, la motivación o las metas. Las soluciones para superar los fracasos de ejercicios incluyen encontrar un programa en un gimnasio o club de ejercicios, obtener los consejos de su médico de atención primaria, encontrar un entrenador personal a través de su lugar de trabajo o de un gimnasio cercano, o buscar un amigo que haga ejercicios regularmente.
“Las gente tiene estilos y niveles distintos para hacer ejercicios que sean apropiados para ellos”, dice Yasky. “Como instructora, a mi me llegan personas mayores a quienes les ha dicho su médico que tienen que hacer ejercicios. También me llegan personas más jóvenes que comienzan a ejercitarse para lucir mejor. Pero ambos grupos terminan sorprendidos de que pueden hacerlo y se dan cuenta de que se sienten mucho mejor”.